domingo, 22 de septiembre de 2013

El Juvenil de Villafranca saca un punto en la batalla del coliseo de Parque Figueroa

   Instalaciones Deportivas de Figueroa, siete de la tarde del sábado, gradas repletas de gente.

   Así se describe el escenario y lo que viene, la crónica de la disputa más sucia de la Liga Preferente. El desenlace se lo pueden imaginar: empate en resultado, final desigual.

   Un estadio convertido en centro de una lucha encarnizada como en los juegos públicos de la Antigua Roma, espectadores sedientos de sangre, jugadores disfrazados de gladiadores y un emperador nada justiciero.

   Los goles llegaron pronto. En el minuto 21, el combate ya estaba listo para sentencia. A partir de ahí, despliegue de armamento por parte de unos y de equipo de protección para otros. Y es que oyendo los gritos del público congregado a este espectáculo no es de extrañar que los luchadores sacaran espada, lanza y revólver no porque no estaba permitido, que de muy buena ayuda les hubiese servido a los visitantes para pedir clemencia tras las voces de: “Meterles”, “que salten como las habas” o “más arriba que es donde duele”.
   
   Sin embargo, el César no quería perdonar. La tarde estaba escrita para acabar en el espolario y así fue. Expulsión del guerrero más potente durante toda la contienda y un sinfín de decisiones arbitrarias. Porque de justos es decir que los locales tiraron a puerta solamente para marcar su tanto y que, en la segunda parte, Villafranca tuvo el partido ganado con un tanto legal anulado, tres ocasiones claras, una arrolladora posesión de balón y un estilo de juego envidiable.
   
   Como dice un dicho popular: “Por la boca muere el pez”. Y así morimos nosotros hoy: 7 tarjetas amarillas y una roja contra 4 amarillas de los contrarios. Premio a la mala fe y al juego sucio, escarmiento para los que intentan jugar al fútbol.

   Y eso es lo que más necesitan aquellos que usan argumentos racistas para desacreditar. Ahora me gustaría comprender a mí qué tiene que ver Córdoba, Torreón o Marrakech para saber tocar, correr o dirigir. ¿O es que tu pasaporte te da más o menos autoridad para liderar?

   Y sí, con papeles o sin ellos, con golpes o sin ellos y con tarjetas o sin ellas, todos nos vamos con un punto para casa. Un empate en el resultado pero con un final desigual porque nosotros no somos gladiadores sino lanistas, los de la experiencia y el corazón. Los que no se rendirán tras esta batalla porque no importa de qué modo comienza el juego sino quién y cómo lo termina. 

Ficha técnica

Parque Figueroa C.D.
Jugadores: Ángel Cano, Antonio J. González, Sergio Romero, Luis Rodríguez, Jesús Torres (Bayon, 57´), Joaquín Velasco (Rafael Gómez, 61´), Jose Manuel Gómez (Sergio Rodríguez, 67´), Alberto A. Mboma-Pehn, Rafael Calvo, Juan L. Nadales, Stiven Buyape. 
Entrenador: Rafael Delgado Aroca
Delegado: Rafael Delgado Martínez

Villafranca C.F.
Jugadores: Manu; Pedro Jesús Valverde; Luis Conde; Juanje; Alfonso; Mario (Fran Castro, 77´); Pedrito (Seba, 56´); Rojas (José Sánchez, 70´); Mesa; Celso; Medina (Raúl, 51´).
Entrenador: Guillermo Sánchez Galán
Segundo Entrenador: Guillermo F. Sánchez Arriaga
Delegado: Agustín Canales

Árbitro: Alfonso Muñoz González. Amonestó a los blanquiazules a Luis Conde, Mario, Rojas, Mesa, Celso, Raúl y al entrenador Guillermo Sánchez, así como a los locales Alberto A. Mboma-Pehn, Juan L. Nadales y Stiven. Expulsó a Mesa. 

Goles: 1-0 A. Mboma-Pehn (4´); 1-1 PP (21)

Incidencias: Encuentro correspondiente a la 2ª jornada del Grupo I de la categoría Preferente Juvenil disputado en las Instalaciones Deportivas de Figueroa en Córdoba.

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